No somos terrones de arcilla lo importante no es lo que hicieron de nosotros, si no lo que nosotros hicimos de lo que hicieron de nosotros. Jean Paul Sartre.
Tendría unos cinco años y una reja amarilla simulaba ser el arco, desde allí atrás y con una boligoma como pelota supongo que comencé a forjar mi hinchismo. Hubo gente que, por supuesto, conspiro. Algún que otro conocido, un loco cabezón sentado en la tapia de una fosa, una cancha vieja y un par de campeonatos. La conciencia por aquellos primeros años se asemeja a una diapositiva que va pasando imágenes, imágenes arbitrarias y desordenadas de gente, de palabras, de frases, de festejos, de amigos en la punta de la retina mas el agregado de algún delirio infantil, algún mito construido deliberadamente sobre cimientos de papel, papeles rojos y negros.
La mayoría asocia a su club con su padre, con sus primeros pasos y los tan agotadores "decí ñuls", cosa que uno ya empieza a hacer casi por inercia. Nos preguntan el nombre y nosotros ñubel. No es mi caso y no reniego, yo provengo de otro sitio. La autoridad vino a hacerse lugar en mi cuarto desde los gritos desaforados de un cínico en andas revoleando una remera.
Nos enseño que hoy era todo, que los medios eran primordiales, que la pasión enaltece y que ñuls es lo más importante. Volveré a insistir con las imágenes, con pequeños trozos de recuerdos y lo que significaba el fútbol para mis escasos cinco años.
El fútbol eran las lagrimas de maradona en el mundial noventa, los brazos larguisimos de zetti, casi las mismas lagrimas del diego pero que esta vez se derramaban sobre los parpados del TATA, algún que otro paseo por la popular del palomar, BIELSA recorriendo la parte baja de la visera después de haber sido expulsado por enésima vez, carteles rotos para invadir la cancha contra argentinos juniors en el 92 y un gol de lunari a los sina. En fin... un mero espectador al que se le suceden hechos puntuales mientras esta parado en medio de la vida, de a ratos sonriendo entendiendo poco, de a rato con llantos sin comprender demasiado.
Las cosas fueron cambiando y las imágenes se confundieron con razonamientos, con consejos, con advertencias. Tuve que acostumbrarme a que me digan "Mira que esto no es tan así", entonces uno se va desencantando. La tribuna del palomar dejo de ser nuestra y al palomar casi ya no va ninguna paloma, El TATA juega en lanus, El pichi escudero en la selección y a batistuta le dijeron que se tiene que cortar el pelo por que sino no juega. De dulce ingenuidad pasamos a recelo, desconfianza. Pero sin dejar de lado la locura, la obsesión. El tiempo transcurre entonces uno se pone a la derecha de la barra en la nueva tribuna maradona en los partidos de lunes por la noche con estallidos de gol contra equipos chicos. Todo eso nunca significo mucho más que 25 puntos, les aclaro para que no piensen la gran cosa. Hoy me ha alcanzado otro tipo de conciencia, me abarcan otras imágenes, me acechan nuevos conceptos y me amenazan vocablos técnicos que intentan explicar mucho y terminan diciendo poco. En este Ñuls tuvimos que acostumbrarnos a saber otras cosas. Por ejemplo, Quien es el jefe de la barra, de que se trata la venta de porcentajes, debimos aprender el termino jurídico "apropiación indebida de tributos", y que personería jurídica era una oficina fantasma. Antes Newells eran goles, eran campeonatos; hoy son fallos, pactos secretos y asambleas truchas; Horizontes desoladores, cheques rebotados, estudios jurídicos cuyos socios son miembros del Opus dei Y defienden a un dictador; Conspiraciones, muertes sin esclarecer. Todo turbio, mucha tramoya, poco fútbol, casi nada ÑULS. Abogacía, política, medios de comunicación, gangster pordioseros, autos Ceros Kilómetros y nuestros sueños mutilados. Ya no son los brazos de zetti los que ahogan la ilusión, ahora es la mano omnipotente de un mafioso y sus histriónicos secuaces los que intentan silenciarnos. Soy conciente que cada uno vive su leprosidad de una manera particular, cada cual tendrá su imagen guardada, muy subjetiva, casi arbitraria; cada cual tendrá su mentor, su razón, su locura. Ahora lo que nadie podrá negarme es que esas imágenes poco tienen que ver con este presente. Esta en nosotros leprosos, esta en querer que las imágenes que nos acompañen en nuestra adultes sean triunfos, clásicos ganados, alguna promesa cumplida, alguna frustración, alguna lagrima derramada, alguna canción que se imponga por llevar implícita nuestra locura, nuestra leprosidad, nuestro legado de MARCELO.
INVOLUCRATE, DEMOSTRA QUE SOS HINCHA, RECUPEREMOS ESE CLUB, ESAS IMAGENES, ESOS IDOLOS, ESAS FRUSTRACIONES Y TAMBIEN ESOS TRIUNFOS.
Gentileza: MCM "P"
