miércoles, 20 de diciembre de 2006

Lopecito, Lopecito


“Newell´s debe ser el único club en el que no hay portero. Para qué querés uno, si adentro no hay nada”. La cita es de un viejo referente de su política. Y tiene razón: poco queda dentro de la institución. Ni siquiera hay luz y, muchas veces, tampoco agua corriente.
En Newell´s no existen elecciones, ni dirigentes conocidos más allá del presidente, ni presentación de balances. No hay legalidad. Las recaudaciones de los partidos nunca se dan a conocer. No quedan actividades más allá del fútbol, mucho menos vida social. Y éstas son sólo algunas de las consecuencias de casi doce años de Eduardo López en el poder.
López llegó a la presidencia en diciembre de 1994, gracias a una campaña basada en promesas extravagantes sobre futbolistas a incorporar. Pese a que menos de un año antes había terminado la experiencia poco feliz de Diego Maradona en el club, el socio se dejó llevar por las supuestas figuras que llegarían. Y la primera figura en llegar fue Ernest Mtawalli, figura de la selección de… Malawi.
Tres hechos como ninguno le sirvieron a López para llevar a cabo su pan y circo: la remodelación del estadio, el título del 2004 y, a la manera de un choripán y un vaso de vino a cambio del apoyo popular, el permiso a los hinchas a entrar gratis a la cancha, mediante la categoría de Socio Estadio, propia de todos los clubes, aunque con la particularidad de no abonar un peso.
Mientras la gente se distrajo, el club entró en convocatoria de acreedores, la AFIP le abrió tres causas (una de las cuales terminó, en agosto del año pasado, con López procesado por la Justicia Federal) y se hizo costumbre pagar con cheques que vienen de vuelta (usted mismo puede revisar la cantidad de valores rechazados en la página web del Banco Central, consignando el número de CUIT del club: 30-52634741-9; al momento de ser escrita esta nota, en el año llegaban a 94) y con el tiempo no quedó lugar para el disenso.
La censura se tornó moneda corriente, tanto en los medios de comunicación como en la platea. De ello pueden dar fe aquellos que osaron insultarlo alguna vez y enseguida recibieron las advertencias o los golpes de los barrabravas.

La fábrica sin humo

Kurt Lutman jugó a mediados de la década del ´90 en la institución. Se retiró temprano, harto del profesionalismo y, en particular, de los manejos del señor López. Hoy recuerda: “La única vez que me enfrenté con él fue después de una reunión con todo el plantel, en la que nos trató de cagones. Yo lo mandé a la concha de su madre y él me amenazó con que me iba a echar. Mezcla el matonismo con lo legal. Con los años aprendió a manejarse con la ley. Así es como no paga los sueldos y prefiere ir a juicio, sabe que así se estira tres años”. Lutman fue el primero en denunciar que la decadencia del club había llegado a su histórica cantera. “Siempre hablé públicamente del mal manejo en las divisiones inferiores. Desde hace años, los chicos que viven en la pensión del club no tienen contención afectiva y se cagan de hambre”, afirma.
Es cierto, las inferiores ya no son lo que eran: en la tabla general de todas las categorías de la última temporada, terminaron antepenúltimas. Los padres de ya no llevan a sus hijos a jugar en Newell´s. Menos todavía los clubes amateurs de la zona le entregan sus mejores valores: saben que no cobrarán el porcentaje que les corresponde en una futura venta.
Como Lionel Messi en su momento, Fernando Forestieri, hoy citado por la selección juvenil italiana, se fue apenas empezadas las inferiores, aunque en este caso sin un problema hormonal de crecimiento; apenas por un llamado desde Boca. También se marchó lejos de debutar en Primera Federico Laurito, otro de las interesantes promesas, vendido con apenas 16 años al Udinese italiano en 1,7 millón de dólares.
Adrián Taffarel, delantero en la década del ´80 en Newell´s, dirigió la reserva hasta hace catorce meses. Renunció luego de que López no le considerara un proyecto que presentó: “No le interesó, no se fija en el largo plazo. Está más en cómo resolver la diaria”. Taffarel responde sobre un rumor más que generalizado en Rosario, que indica que los barras le querían imponer determinados jugadores: “A mí nunca me molestaron porque no les di cabida, pero están siempre presentes en el club. No me sorprende que se diga que manejan a pibes de inferiores. Si hasta están asesorados con abogados…”

Un hombre poderoso

Rafael Bielsa, personaje de contactos políticos por cierto, se abrió de la disputa que había encabezado contra López luego de conocer su entramado jurídico. De los jueces que fallaron a su favor, sobresalen dos. Una es Liliana Puccio, Jueza de Faltas de Rosario, que intervenía por los bingos que López regenteaba en el centro de la ciudad hasta que decidió apartarse de la causa; los motivos, coinciden todas las fuentes, fueron que la relación de amantes que los unía se hizo pública. El otro es Rodolfo Brusch, quien estuvo a cargo de la convocatoria de acreedores. El síndico de entonces, el contador Jorge Derdich, le contó a Un caño: “En los tres años de tarea tuve muchas disidencias con el juez, entre ellas mi preocupación por los numerosos gastos que existían y no tenían sus comprobantes”.
López recibió denuncias por irregularidades en la confección del padrón, por usurpación y fraude (la Junta Electoral que él había armado suspendió las últimas elecciones), por lavado de dinero y, en calidad de contribuyente y presidente del club, por evasión impositiva (como empresario lo persiguen por 4 millones de pesos). Sin embargo las investigaciones nunca avanzan.
La única causa cerrada fue la vinculada a la organización de juego clandestino: la Corte Suprema de la Provincia de Santa Fe lo condenó a prisión en suspenso hace tres años. El artículo 6º del estatuto de la AFA reza: “Ninguna persona condenada en sede penal por delitos comunes que no sean culposos podrá ocupar cargos en comisiones directivas de clubes o de la AFA hasta que hubiesen transcurrido dos años desde su cumplimiento, o desde que quedara firme la condena si no fuere de cumplimiento efectivo”. Contra toda ley, López no sólo preside Newell´s sino que además es secretario de relaciones internacionales de la AFA.
El judicial no es el único poder del que se vale, también se fía del cuarto. Por participación directa o indirecta en los medios más importantes de Rosario, se asegura el silencio de la prensa. Es dueño del diario El Ciudadano y la radio LT3. Y debido a su relación con Orlando Vignatti, a quien le adquirió El Ciudadano hace cuatro años, se asegura no ser criticado en el diario La Capital, propiedad de aquél, que por otro lado es hoy quien maneja el grupo inversor de Rosario Central.

Transgresor consuetudinario

Antes del actual campeonato, Futbolistas Argentinos Agremiados inhibió a Newell´s para utilizar sus incorporaciones hasta que no pagara los 4.831.581 pesos que adeudaba a un grupo de 17 jugadores. En el escrito enviado a la AFA, Agremiados lo definió como “un club que se exhibe como transgresor consuetudinario de normas legales, estatutarias, convencionales, contractuales y reglamentarias por inobservancia reiterada de obligaciones laborales. Recibimos múltiples y reiteradas quejas de nuestros afiliados por las tentativas del mismo club de cancelación de obligaciones contractuales mediante libramiento de cheques posteriormente rechazados”.
El texto finalizaba pidiendo que “se sancione al club con la medida ejemplificadora de desafiliación y descenso de categoría. Si el Honorable (sic) Comité Ejecutivo no accediere a la petición formulada, se habrá convertido en partícipe de los incumplimientos denunciados y, en tal caso, Agremiados adoptará las medidas legales y gremiales que correspondan”. Ni vale la pena mencionarlo: nada ocurrió, ni las medidas ejemplificadoras ni las legales.
A sus amigos, López puede hablarles de dos récords que ostenta. Por un lado, nadie antes que él había vendido más del 100% de un futbolista, y él lo hizo en repetidas ocasiones (Mauro Rosales, Pablo Guiñazú, Diego Mateo). Por otro, puede jactarse de ser el único en haber hecho negocios con Mauricio Macri y salir victorioso.
En el balance de Boca que cerró el 30 de junio de 2005, figuraba la compra de los pases de Fernando Belluschi y Ezequiel Garay por 3 millones de pesos cada uno, así como informaba que en julio de 2006 el club obtendría los derechos federativos de los dos jugadores que no llegaría a utilizar. En el último cierre de ejercicio de Boca, figura que el dinero de las posteriores transferencias de dichos futbolistas (Belluschi a River en $6.092.000 y Garay al Racing de Santander en $3.801.000) quedó en el club. Sin embargo dichas ventas fueron realizadas y cobradas por Newell´s. Es decir, primero los vendió a Boca y después, los volvió a vender. Una más de López. A menos que la Justicia le caiga de una vez, no será la última.

Parte de este articulo se publicó en UNCANIO