lunes, 8 de enero de 2007

ANTES QUE NADA, HINCHA DE NEWELL'S


EN ÉPOCA DE VACAS FLACAS DEPORTIVAS y DESASTRES INSTITUCIONALES,VALE PENA RECORDAR COSAS DE LA ÉPOCA GLORIOSA DE NEWELLS

Sufrimos. Pero parece que Newell's no seria Newell's si no sufriera. Me fui a caminar por afuera del estadio como una especie de fetichismo que necesitaba. Cuando escuchè el grito de la gente sentì la alegrìa màs grande de mi vida. Es que hace veinticinco años que estoy en Newell's y adoro a este club. Uno, que conoce las reglas del juego, a veces se pregunta por què el juego es tan desgastante, por què pide tanto. Y la respuesta la tenemos a la vista: PORQUE DA TODO ESTO. Ojalà me alcance la energìa para seguir festejando."
(Del 22 de diciembre de 1990, Marcelo Bielsa relata el momento del festejo luego de la 19ª fecha)
No muchos años despuès, frente a un periodista (casi un pequeño pelotòn de fusilamiento), Marcelo Alberto Bielsa confesò que su salida de Newell's rumbo a Mèjico habìa tenido una razòn excluyente: "MODERAR EL RASGO".
La frase, personal y genuina, intentaba explicar que Marcelo Bielsa escapaba de sì mismo, o mejor: de lo que podìa suceder con el personaje que èl habìa forjado de sì mismo y que detràs tenìa un ser humano rebelde a los destinos obvios. Contaba entonces que en la època de Newell's (comienzo de los años noventa) sentìa orgullo por el apodo de "Loco" y, por añadidura, por toda la mitologìa que exaltaba ese poderoso "rasgo". Decìa que "los triunfos no son formativos" y en cambio las derrotas y los golpes sì. Necesitaba, parece, que el fùtbol no lo eleve a categorìas donde manda el vèrtigo, como sucede tantas veces. Lo que no pasa seguido es que un protagonista tome conciencia y se baje, o se suba a un barco màs lento.
El año ede estas confesiones era 1996. La eurocopa de Inglaterra aleteaba alrededor del espìritu siempre inquieto de Bielsa y el tècnico miraba todo el fùtbol posible, caminaba en las horas que le quedaban libres y en un resuello completaba el diagnòstico: "Mirà que en lìneas generales, en Mèjico, me fue como el culo..." Pero Mèjico habìa cumplido su misiòn redentora. La referencia de "locura", de rasgo a moderar, corresponde al Marcelo Bielsa de los primeros años en la Primera de Newell's, todo un suceso de èxito futbolìstico y explosiòn de personaje sorprendente, ùnico y lleno de magia. Mirado desde la experiencia de sus años de Selecciòn Argentina, de largas conferencias de prensa y ningùn contacto personal-profesional con periodista alguno, recordar al Bielsa de aquel entonces, suena a fàbula. Pero el Bielsa que debutaba como tècnico de la Primera Divisiòn , despuès de un muy valorado paso por las inferiores del club, era un hombre que agradecìa el contacto con los periodistas.
Bielsa recibìa en el Liceo de Funes, donde concentraba el plantel, atendìa en una pequeña y modesta pieza, en una mano tenìa una pizarra estilo entrenador de NBA con hojas blancas y lìneas negras marcando una cancha de fùtbol. Escribìa allì para explicarse, le interesaba tanto como siempre, hacerse entender hasta el ùltimo detalle, pero el trato era personal, màs que amable, hasta seductor.
"¿Sabès cuàl es el problema del fùtbol actual?", preguntaba. Y ante la mirada sin respuesta del periodista, pasaba a explicar:"Que todos los equipos, cuando sacan del medio en lugar de hacerlo hacia adelante se la dan al arquero y luego el arquero la tira a dividir al medio, con todos los jugadores allì". Tiempo despuès, la FIFA desactivò este mecanismo prohibiendo que los arqueros tomen con la mano la pelota que llega del pase de un compañero. Era el tiempo, recuerdan?, que Fernando Gamboa patentò la chilena hacia atràs para pasarle la pelota a su arquero Norberto Scoponi.
Bielsa querìa que su Newell's, del que era y es hincha, fuera campeòn, pero tambièn querìa mejorar el fùtbol, del que era y es hincha, fuera campeòn, pero tambièn querìa mejorar el fùtbol, del que era y es hincha. ERan tiempos, ademàs, en que los periodistas entraban al vestuario y podìan conversar con los jugadores y tambièn con el tècnico. Bielsa contestaba a tantas preguntas como las que hacìa. Acostumbraba a apartar a algunos periodistas y acribillarlos contra su necesidad de escuchar otras opiniones. "Què te pareciò?, còmo lo viste?". Despuès del triunfo 1 a 0 ante Boca en Rosario, en la fecha 17, todos hablaban de Gamboa (autor del gol), pero en un rincòn del vestuario ganador, Bielsa le decìa a un periodista: "¿Viste lo que fue Pochettino, còmo se morfò a Batistuta?". En ese momento (diciembre de 1990, con Carlos Aimar como tècnico de Boca) los hombres de prensa no sabìan realmente que Batistuta era un delantero importante (su exposiciòn se produjo en el arranque de 1991, con Oscar Tabàrez como entrenador), pero Bielsa sì. Y valoraba una marca que para el resto de los mortales habìa pasado inadvertida.
Estamos instalados en la era màs romàntica de Bielsa, al menos en la que los mitos y las leyendas fueron màs alimentados. Rafael Bielsa cuenta la anècdota màs extrema del capìtulo "Los dedos de mi hermano", que forma parte del libro "La vida en Rojo y Negro", escrito junto a Eduardo Van Der Koy". El actual Canciller argentino relata un diàlogo con su hermano Marcelo, horas antes de un clàsico. "¿Te acordàs de Cali, el gordo? ¿El que se fue a vivir a los Estados Unidos y cada dos o tres años se cortaba un dedo para cobrar el seguro de accidentes de trabajo?" Rafael se acordaba. Y Marcelo siguiò: "Tengo ganas de hacer una promesa; si le hacemos cinco goles a central, me corto un dedo" Enseguida le mostrò el ìndice de su mano derecha. Escribe Rafael, dàndole verosimilitud a la posibilidad: "Le vì tanta ferocidad en los ojos, tanta deliberaciòn, tanta soledad..." Para tranquilidad del hermano mayor, y del dedo del hermano menor, el lunes a la noche, dìa que se jugò el clàsico, Newell's le hizo "apenas" cuatro goles a central. Hay que reconocer que la mitologìa que rodea a Marcelo y el talento literario que posee Rafael completan un atractivo irresistible.
Gerardo Daniel Martino fue uno de los sìmbolos del Newell's campeòn de esos tiempos. El toque de Bielsa, en este caso, tenìa que ver con un Tata màs sacrificado. En esos dìas, Martino lo explicaba asì: "He agregado algunas cosas que antes no hacìa. El despliegue fìsico, sobre todo. Me siento un jugador màs completo. Bielsa me planteò su idea y me dì cuenta de que podìa ser importante. Es necesario que haya alguien al lado que no sea conformista y te exija. Cambiar a un tipo que lleva un año en primera es fàcil, yo tengo casi diez... Lo mìo, igual, no fue cambiar, sinò agregar". ¿Còmo es Bielsa?, le preguntaron al Tata. "No lo conocìa y me sorprendiò. La cualidad fundamental es que se trata de un tipo muy inteligente y trabajador. Quizàs me apure, porque apenas lleva seis meses en Primera, pero creo que va a ser uno de los tècnicos màs exitosos del paìs".
¿Y què decìa Bielsa de Martino?. "Un jugador extraordinario. Ahora corre como los otros, pero sabe el triple. Serìa injusto que nosotros nos quedemos con la gloria porque su despliegue se ha multiplicado, yo jerarquizo su actitud. No le podemos vender a èl algo que no quiera hacer". Diciembre de 1990, Bielsa era campeòn por primera vez y asì definìa a algunos de sus jugadores, por ejemplo, a la famosa dupla central: "Gamboa enciende a la gente. Pochettino es lo mismo pero sin riesgo, lo de Fernando es belleza, lo de Mauricio efectividad". Sobre Berizzo:"El mejor jugador de Newell's en la campaña", sobre Zamora: "Talento, creaciòn, eso es lo suyo. Le propusimos que hiciera màs efectivo su juego y lo logrò. Ahora utiliza la fantasìa para la efectividad y no para su lucimiento personal". Tras la inolvidable final en la Bombonera , Bielsa le fue incorporando nombres al campeòn, como el de Alfredo Berti. Un personaje a la altura del tècnico. En ese entonces, en rueda informal, Bielsa lo describiò asì: "¿Berti? Ese es el màs loco de todos. Cuando doy las charlas tècnicas me mira fijo y sube y baja la cabeza como diciendo 'entiendo'. A veces se queda sin moverse y sòlo me sigue mirando. Entonces yo tambièn lo empiezo a mirar fijo y nos quedamos asì, cara a cara, como diez minutos..." ¿Y los demàs jugadores què hacen?, preguntò un periodista. "Noooo, ellos se van, yo me quedo sòlo con Berti hablando" A ese "primer" Bielsa ya le sobraba vuelo propio, pero le tenìa pànico a otro tipo de vuelo: "A los aviones no, a que se caigan", explicaba convencido de que los equivocados eran los otros. No muchos años despuès, frente a un mundo con periodistas que juegan al pelotòn de fusilamiento, quedò demostrado que los equivocados eran los otros.


Y RECUERDE,MIENTRAS ESTÉ LOPEZ-SINA,BIELSA NI PISA EL CLUB

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