sábado, 21 de abril de 2007

Hay una vacuna

La Justicia avanza contra la barra de Newell''s, acusada de asociación ilícita. Olé te cuenta quiénes son sus jefes y sus relaciones con la dirigencia leprosa. GUSTAVO GRABIA ggrabia@ole.com.ar


Lo que en Rosario era un secreto a voces, tomó estado judicial hace 20 días. Un grupo de socios de Newell''s juntó valor y patrocinados por el ex juez Mariano Bergés, presentó una denuncia contra la barra, acusando a sus líderes, Roberto Pimpi Caminos, Guillermo Loco Cohen, el Cabezón Cáceres y Lalo Latorre, del delito de coacción y asociación ilícita. Pero hay más: según la denuncia, los jefes intelectuales son Eduardo López y Mauricio Nudemberg, presidente y vice del club. Las denuncias se hicieron en Rosario y Buenos Aires. Y mientras en Santa Fe aún no hay novedades, en Capital el juez Corvalán de la Colina ya empezó a tomar declaraciones. "Hay mucho material", le dijo a Olé una fuente de Tribunales.No es Pimpinela. Pimpi, quien cumplió una condena en la cárcel de Coronda por el asesinato de su mujer, asumió el liderazgo de la barra en el 2002. Segundo hermano de una familia de cuatro, se crió en los monoblocks de la zona Sur y allí formó su grupo de choque. A fines de los 90, Pedro el Loco Demente Bismark lo metió en la barra. Y cuando el Loco se peleó con López, se quedó con todo. Para eso debió enfrentarse con Oscar Cacho Lucero, que manejaba la zona Oeste de la ciudad y quería el mismo lugar. Y según denunció en su momento el periodista Alejo Diz del diario Rosario 12, Pimpi sumó a Roque el Preso Sosa, que dominaba la zona Norte y la barra de Argentino (R). Tras varios choques, la batalla final se dio el 28/4/02 cuando en un partido contra Unión, lo expulsó de la popu a balazos. Dos veces le disputaron el poder. La primera el 16/3/03 cuando mientras agasajaba a la barra de Independiente con un asado, el grupo desplazado atacó a balazos. Pimpi salió indemne y dio su muestra de poder de fuego un mes más tarde, en el enfrentamiento con River en la Panamericana que dejó dos hinchas de Newell''s muertos, causa que lleva el fiscal Marcelo Pernisi y que por un pacto monetario entre las barras, nadie declaró la verdad.La segunda vez fue en 2004, cuando se rumoreaba que Lucero volvería. La casualidad hizo que le balearan a éste su granja y mataran a una de sus empleadas. Lucero no volvió más y Pimpi ya no tuvo oposición. Tiene además aceitada su segunda línea, identificada en la denuncia: el Loco Cohen y Lalo Latorre en la popular, el Cabezón Cáceres como intendente del predio de Bella Vista y Leo Varín como enlace en Capital. Su prontuario se amplió el año pasado cuando fue detenido con un arma de guerra a metros de las oficinas de Eduardo López, denunciado como su mentor intelectual. ¿Por qué? Porque quien critique la gestión del presidente, es acallado de formas poco democrática. Según afirman, la barra tiene gente en todas las tribunas del estadio. Y aparece en las marchas opositoras para desarticularlas vía amenazas. Así ocurrió en Buenos Aires el año pasado y en Rosario este año.Pimpi, dicen, habría empezado manejando 50.000 pesos por mes y ante la falta de efectivo del club, le habrían dado el alquiler del microestadio cubierto donde se hacen recitales y actos políticos, y la concesión de la pileta. Y tendría derechos federativos de varios jugadores de Inferiores. También está bajo la lupa el vice Nudemberg, titular del estudio letrado más importante de Santa Fe. Nudemberg fue abogado de la UOM de Villa Constitución, cuyo contador era José María Vernet, después gobernador. Y es fundador del MID, al igual que Roberto Rosúa, hoy ministro de gobierno de Santa Fe. "Son poderosos. Por eso teníamos tanto miedo de denunciar" le dijo a Olé uno de los que fue a la Justicia. Pero el paso ya está dado. Y el juez está actuando. En Tribunales, dicen, hay vacuna para la mala lepra.