El club recaudó más de 128 millones de pesos en los últimos cinco años pero su crisis se profundiza. Está en descenso directo y con graves problemas financieros.
SEBASTIAN SANCHI ssanchi@ole.com.ar
Los números no cierran en Newell´s. En los últimos cinco años ingresaron al club algo más de 120 millones de pesos y la realidad indica que la reinversión de ese dinero no fue la indicada. El equipo está en descenso directo, el club en convocatoria de acreedores y con denuncias no investigadas sobre algún pedido de coimas en Inferiores. Así, el futuro pinta mucho más negro que rojo.
Una de las primeras grandes ventas de la gestión de Eduardo López fue la de Iván Gabrich al fútbol holandés. La operación se hizo por 5 millones de dólares, un récord para el fútbol rosarino. En los años siguiente la fábrica exportadora estuvo a full y del Parque emigraron Marioni, Facundo Quiroga, Diego Crosa, Aldo Duscher, entre otros, por más de diez millones de dólares. Fue entonces cuando a fines de 1998 se dio a conocer uno de los últimos balances con presencia mayoritaria de los socios. López informaba que Newell´s tenía un superávit de $8.960.264. Dos años después el juez Rodolfo Bruch decretó la quiebra del club por una deuda de 6 mil pesos. Suena ilógico poder pensar que no tenía esa plata, lo cierto es que luego la Lepra fue al concurso de acreedores por una deuda inicial de más de 35 millones de pesos. "Los que se crean acreedores que vayan a la Justicia", dijo López. Y fueron pocos los que pudieron verificar la deuda, ya que la mayoría eran prestamistas y financieras. Así, Newell´s quedó con una deuda que rondaba los siete millones de pesos. Se hizo un plan de pagos por año que concluirá en octubre de 2011 el cual puede ser cancelado. Entonces, la primera pregunta que surge es por qué no se cancela la deuda con la cantidad de dinero que ingresó al club. Es que no sólo esa deuda arrastra hoy la institución, ya que se generó una nueva postconcursal, que ya dio su primer dolor de cabeza a López. Una financiera le pidió la quiebra por algo más de 2 millones de dólares. El presidente del club recurrió a la AFA y consiguió el financiamiento para pagar. El tema es saber hasta cuándo lo seguirán ayudando.
La primavera financiera de Newell´s fue acompañada por la suba del dólar en Argentina. En ese contexto el club facturó por más de 120 millones de pesos (ver infografía) y se dio el lujo de dejar ir a grandes jugadores como Marino y Leandro Fernández sin recibir ni un peso. La última joya que vendió Newell´s no fue un producto genuino, Oscar Cardozo no sólo dejó goles en el Parque sino que por su operación quedaron 24 millones de pesos. Dinero que serviría para armar un plantel competitivo y así escaparle al descenso. Pero la intención fue sólo eso y Marini se tuvo que conformar con la vuelta de Salcedo, apostar por un desconocido Da Silva y cargarle el equipo al Flaco Schiavi. Así entonces se fue el primer tercio del torneo y el panorama es desalentador. Con jugadores que cobran cada cinco o seis meses, con técnicos de inferiores con más de ocho meses de sueldos atrasados y con un deterioro edilicio de las instalaciones del club que transforman a Newell´s en un club a la deriva.
SEBASTIAN SANCHI ssanchi@ole.com.ar
Los números no cierran en Newell´s. En los últimos cinco años ingresaron al club algo más de 120 millones de pesos y la realidad indica que la reinversión de ese dinero no fue la indicada. El equipo está en descenso directo, el club en convocatoria de acreedores y con denuncias no investigadas sobre algún pedido de coimas en Inferiores. Así, el futuro pinta mucho más negro que rojo.
Una de las primeras grandes ventas de la gestión de Eduardo López fue la de Iván Gabrich al fútbol holandés. La operación se hizo por 5 millones de dólares, un récord para el fútbol rosarino. En los años siguiente la fábrica exportadora estuvo a full y del Parque emigraron Marioni, Facundo Quiroga, Diego Crosa, Aldo Duscher, entre otros, por más de diez millones de dólares. Fue entonces cuando a fines de 1998 se dio a conocer uno de los últimos balances con presencia mayoritaria de los socios. López informaba que Newell´s tenía un superávit de $8.960.264. Dos años después el juez Rodolfo Bruch decretó la quiebra del club por una deuda de 6 mil pesos. Suena ilógico poder pensar que no tenía esa plata, lo cierto es que luego la Lepra fue al concurso de acreedores por una deuda inicial de más de 35 millones de pesos. "Los que se crean acreedores que vayan a la Justicia", dijo López. Y fueron pocos los que pudieron verificar la deuda, ya que la mayoría eran prestamistas y financieras. Así, Newell´s quedó con una deuda que rondaba los siete millones de pesos. Se hizo un plan de pagos por año que concluirá en octubre de 2011 el cual puede ser cancelado. Entonces, la primera pregunta que surge es por qué no se cancela la deuda con la cantidad de dinero que ingresó al club. Es que no sólo esa deuda arrastra hoy la institución, ya que se generó una nueva postconcursal, que ya dio su primer dolor de cabeza a López. Una financiera le pidió la quiebra por algo más de 2 millones de dólares. El presidente del club recurrió a la AFA y consiguió el financiamiento para pagar. El tema es saber hasta cuándo lo seguirán ayudando.
La primavera financiera de Newell´s fue acompañada por la suba del dólar en Argentina. En ese contexto el club facturó por más de 120 millones de pesos (ver infografía) y se dio el lujo de dejar ir a grandes jugadores como Marino y Leandro Fernández sin recibir ni un peso. La última joya que vendió Newell´s no fue un producto genuino, Oscar Cardozo no sólo dejó goles en el Parque sino que por su operación quedaron 24 millones de pesos. Dinero que serviría para armar un plantel competitivo y así escaparle al descenso. Pero la intención fue sólo eso y Marini se tuvo que conformar con la vuelta de Salcedo, apostar por un desconocido Da Silva y cargarle el equipo al Flaco Schiavi. Así entonces se fue el primer tercio del torneo y el panorama es desalentador. Con jugadores que cobran cada cinco o seis meses, con técnicos de inferiores con más de ocho meses de sueldos atrasados y con un deterioro edilicio de las instalaciones del club que transforman a Newell´s en un club a la deriva.
