martes, 18 de septiembre de 2007

Pronto caeran... pronto!

Lepra brava
Pimpi lleva siete años en el mando. El fue quien extendió el poder de los violentos de la Lepra a ámbitos donde otras barras no llegan. SEBASTIAN SANCHI ssanchi@ole.com.ar



El primero (de izquierda a derecha) es Tato, hermano de Pimpi. El de al lado es Pimpi, jefe de la barra. El quinto es Juan (de blanco), es el hermano del jefe.


Van siete años de hegemonía de Pimpi. Un reinado que se mantiene en base a violencia y aprietes y que se inauguró en una tarde-noche parecida a la del domingo. El rival era Unión, otro de los clásicos de la Lepra en la provincia y a la barra la lideraba Cacho, que en ese momento se había unido con el Loco Demente, uno de los capos más emblemáticos en los 90. La relación con el presidente López no transitaba por el mejor momento y los violentos ya no tenían la banca económica necesaria. Por entonces, el Loco Demente había llevado a uno de sus mejores soldados al paraavalanchas principal. Nada más y nada menos que a Roberto Caminos, alias Pimpi, un hincha reconocido en la zona sur de la ciudad. Sin embargo, ese ascenso le costó el puesto al propio Loco: Pimpi lo traicionó y se quedó con todo el poder. Fue una batalla corta, pero no por eso dejó de ser sangrienta. El Loco Demente fue obligado a abandonar la tribuna y obedeció: nunca más volvió a la cancha. La historia de terror en el Parque recién comenzaba... Con el Pimpi en el mando, quien llegó para hacerle el trabajo sucio fue un tal Farías, ex convicto de la cárcel de Coronda. Junto a él arribaron Leo Spiro (amigo del barrio), Juan y Tato, éstos dos, hermanos de Caminos. Una vez afianzado en el poder, Pimpi decidió desplazar a Farías por temor a que éste repitiera el camino que él, en su momento, había tomado para desplazar al Loco Demente. Así se terminó de cerrar la configuración actual de la barra de Newell´s: Pimpi como capo; Lalo y Cohen encargados de hablar con la Policía y el reparto de entradas; Tato y Juan manejando a la "manada".Desde un principio, la relación con López fue de confianza y hasta se habría pactado una remuneración para mantener a la gente tranquila y a la oposición política bien lejos del club. Tanta cercanía había que hasta comenzaron a tener ingerencia en el armado del equipo (ver aparte). El financiamiento de los violentos saldría del alquiler del estadio cubierto, la venta de jugadores y hasta se rumorea por el Parque que el Pimpi sería representante de pibes de las Inferiores.Con el asesinato de Gonzalo Ferrero en el banderazo del 2005, el tema se le comenzó a ir de las manos a López. Y algunos aseguran que el propio presidente estaría fogoneando a otros grupos para que desplacen a Pimpi. Lo cierto es que la interna existe: hace un mes, ésta se trasladó a las calles cuando el líder de la barra recibió tres disparos. El último cruce terminó, la noche anterior al partido contra Lanús, con la vida de Marcelo Coria, uno de los laderos de Pimpi. Hubo poca información del hecho. Y poco se sabe también de cuándo se desatará el próximo. Lo que sí es cierto es que esta historia que lleva casi una década, parece entrar en su etapa definición. Y el miedo es cada vez más fuerte...
Así es la barra
Pimpi maneja la barra a su antojo y tiene dos laderos muy fieles: sus hermanos se encargan de manejar los grupos de choque para las distintas actividades. Pero para la parte de logística hay dos bravos: Lalo y Cohen son los que reparten las entradas, los que hablan con la Policía y los que organizan los viajes.
Con poder de decisión hasta en temas de fútbol
Patrón amenazado ¿con un arma?Jorge Bermúdez se fue del club porque la barra lo amenazó en pleno vestuario. Dijo que nunca vivió algo igual en su vida.
A Pumpido le armaron el teamLuego del 1-4 en el clásico del Apertura 06, le dieron una lista de jugadores que no debían estar más en el equipo.
A Santiago Hirsig le sonó el teléfonoAntes de llegar a San Lorenzo lo llamó Pimpi para proponerle jugar en Newell's. Sorprendido, el volante se negó.
Fuente: Diario OLE , Lacrapiptal? bien gracias!